Antes de este verano yo estaba un poco frustrado por no haber podido descubrir mucho de España. Y después fue este verano donde he tenido la suerte de conocer más de España pero también de Europa. Nunca había viajado tanto desde hacía mucho tiempo. Ahora ponte el cinturón, voy a contarte este verano loco.
Para empezar en Julio fui a Alemania para un Intercambio Juvenil en Wiesbaden sobre arte urbano. Fue la primera vez que era monitor de un grupo de jóvenes y me ha gustado mucho. Con la otra líder teníamos una súper relación y de cuidar de este grupo muy majo me ha dado una energía fuerte que viene del corazón. De ver una sonrisa en sus caras me daba alegría y más energía para hacer todo lo que había que hacer. No dormí mucho pero no me he sentido tan vivo en mucho tiempo.
Al fin de Julio estuve en Aragón con una amiga de Francia. Hemos visto la bonita Zaragoza, el desierto de Bardenas Reales y después fuimos en a un lugar un poco perdido, pero tan bonito, en el Parque Natural de la Sierra y Cañones de Guarra. La naturaleza nos hizo muy bien. Hicimos una ruta maravillosa, una via-ferrata y, por primera vez para mi, barranquismo.
Después, en la mitad de Agosto, una amiga vino a descubrir Asturias. Aunque finalmente tenía que trabajar en su tesis y no ha podido ver mucho de la belleza de Asturias, ella quería aprovechar de la gastronomía de aquí y entonces fuimos todos los días por la comida y la cena a restaurantes. Fue también para mí una ocasión de profundizar en la diversidad de la comida española y momentos de placer con todos estos platos riquísimos.
A finales de Agosto nos hemos juntado con mi familia en País Vasco. Primero ha llegado mi hermano y su novia y descubríamos Bilbao y San Sebastián. Hemos celebrado el cumple de Emer (novia de mi hermano) allí. Fue guay tener estos momentos de complicidad con ellos. Después fuimos a Irún donde se ha juntado con nosotros mi hermana con mi sobrina de 7 años y mi sobrino de 1 año. Fue genial verlos de nuevo 😀 Fuimos a Zarautz, Getaria, Zumaia y un poco en la montaña. Fue súper guay bañarme con mi sobrina que nunca quería parar de jugar en las olas. Al final estamos de acuerdo: ¡País Vasco es súper bonito!
Luego, al principio de Septiembre, con Marten y Fabio fuimos a Polonia para un curso de formación organizado por el programa Erasmus+ de la Unión Europea sobre facilitación grafica. Hemos llegado 2 días antes para aprovechar de Varsovia y fue una idea estupenda. El sábado fuimos de fiesta en los muelles del río y conocimos a nueva gente guay allí. Como había poco casos en Polonia no había muchas medidas, no toque de queda, e hice una fiesta “de verdad” para primera vez desde hace mucho.
Después fue el curso y de verdad fue una experiencia de vida tan fuerte y emocionante. ¡El grupo fue tan cariñoso! Había muchísima bondad y amor entre todos. Además la formación estaba súper bien hecha, muy rítmica e interesante. Fue uno de los mejor momentos de mi vida.
Y, para acabar, después de Polonia fui directamente a Mallorca. Yo estaba tan cansado porque dormí poco durante el curso que cuando he llegado fue al hotel directamente, comí y dormí 12 horas. El día siguiente llego un amigo francés y pasamos 5 días de locos allí. Mi amigo cuando está de vacaciones no es tanto de ahorrar dinero y pues me dije que por una vez no voy a pensar en el dinero y vamos a aprovechar al máximo de estos días.
Hicimos snorkeling, coastering y otras cosas guays durante el día y de noche fuimos a comer en sitios tan bonitos, cócteles por bebida y mucha sonrisa. Los dos tenemos un lado un poco loco entonces hemos reído un montón. Lo “peor” fue el sábado, fuimos al casino para jugar al póker en un capricho. Al final, aunque pensábamos que íbamos a perder, salíamos del casino con 145e más. Suerte del principiante.
Pero eso no cuenta, lo que vale más que el oro para mi es cuando mi amigo que no se sentía bien antes del viaje, me ha dicho: “¡Fue las mejores vacaciones de mi vida!”.
Para ser honesto, de una parte estaba contento de volver a la “normalidad” de mi vida en Asturias y de poder abrazar mi cama de nuevo después de toda esta locura.
Ahora tengo tantos recuerdos en mi cabeza, tantas historias que contar. Y la sola cosa que falta ahora es decir gracias, gracias a la Unión Europea con sus programas por ofrecer tantas oportunidades de hacer experiencias tan fuertes, gracias a mi asociación de acogida y mis colegas de haber iniciado algunos de estos viajes y por haber dejado ir a los otros. Pero más que todo muchas gracias a ellxs, más que todo María y Marten, por hacer de este gran viaje, estos meses en España, este voluntariado, uno de los mejores y más importantes viajes de mi vida. Me ayudan a crecer y esto es tan precioso. Lo agradezco mucho.
De : Olivier Forest